El teléfono es el instrumento de trabajo más utilizado por el profesional de la atención al cliente, y este debe conocer, tanto los elementos que condicionan la comunicación telefónica, como las técnicas y estrategias para llegar con eficacia y eficiencia al interlocutor.
Con mucha frecuencia, el primer contacto con el cliente se hace a través de la línea telefónica, y, si ese primer contacto no es satisfactorio o adecuado, es muy probable que no se presente una segunda oportunidad de captar al cliente.
Independientemente de que se trate de un primer contacto o de contactos posteriores, lo cierto es que el teléfono, en multitud de ocasiones, es el instrumento más adecuado tanto para el cliente como para el profesional..
A la hora de obtener información, por rapidez, comodidad y economía de tiempo y medios, el teléfono es una herramienta imprescindible Sin embargo, la valoración positiva o negativa de su utilización, estará condicionada tanto por el tipo de información requerida como por las características personales del cliente que hace la llamada.
El teléfono resulta de gran utilidad cuando se trata de consultas puntuales, de respuesta concreta, breve y libre de interpretaciones subjetivas: la localización de un determinado servicio, un número de teléfono, los plazos de presentación de un documento, etc.